No debemos olvidar el patrimonio gastronómico andaluz, rico y basado en una tierra donde los productos de la dieta mediterránea, junto con la naranja y ciertos frutos tropicales son los que dominan sus cultivos. Sus dehesas se constituyen en un vergel de bellotas para la cría porcina que ofrece la maravillosa curación de sus productos ibéricos. Sus sopas frías y la mezcla de sabores tan agradable al paladar ha hecho que su cocina más ancestral haya perdurado en el tiempo hasta nuestros días.