
Se continúa en este texto con la narración de la evolución que sufrió el Monasterio de Santa María de las Cuevas de Sevilla. Ya había quedado atrás el periodo inicial en el que este complejo monacal, ejemplo de la arquitectura religiosa de Sevilla, fue construido y reestructurado como sede de los monjes Cartujos. Así pues, se procede a narrar la historia del monasterio desde su ocupación por las tropas napoleónicas hasta la actualidad, sin dejar de lado la creación y explotación de la fábrica de lozas y su uso durante la EXPO’92 como Pabellón Real y centro expositivo.
(Foto de portada: Fachada de interior de la Fábrica de Loza del Marqués de Pickman en el interior Claustro de los Legos del Monasterio de Santa María de las Cuevas de Sevilla. Fotos del artículo realizadas por Francisco Calvo, salvo que se indique otra fuente).

Puerta de acceso desde tierra. En el intersticio entre los dos arcos se encuentra la Capilla de afuera. La puerta da acceso al Patio del Ave María
Tales ocupaciones originaron un cúmulo de modificaciones en las estructuras y edificios del Monasterio de la Cartuja que han derivado en demoliciones, reestructuraciones y creación de nuevos espacios. Veamos a continuación cómo se fueron sucediendo a lo largo de los años hasta alcanzar el grado de conservación adecuado para su ocupación durante la EXPO’92.
Tabla de contenidos
El Monasterio de Santa María de las Cuevas de Sevilla: la desacralización y la alteración de su estado natural
Con la invasión francesa, a principios del siglo XIX, el monasterio sufrió graves destrozos. Tras ser desalojados la comunidad monacal cartuja, fue ocupada por las tropas invasoras, que no dudaron en expoliar y llevar a Francia todo objeto de valor encontrado. Por suerte para el patrimonio local, obras tan insignes como el Santísimo Cristo de la Clemencia, del maestro escultor Juan Martínez Montañés, hoy en la Santa Iglesia Catedral, o las pinturas sobre los monjes cartujos y otras obras del maestro Francisco de Zurbarán, hoy diseminadas en diversas instituciones como el Museo de Bellas Artes de Sevilla o el Ayuntamiento de la localidad.

Cristo de la Clemencia – Juan Martínez Montañés – Catedral de Sevilla

San Hugo en el Refectorio de los Cartujos – Francisco de Zurbarán – Museo de Bellas Artes de Sevilla

Virgen de las Cuevas – Francisco de Zurbarán – Museo de Bellas Artes de Sevilla
El monasterio fue convertido en cuartel. Y no sólo quedó ahí, sino que algunas construcciones fueron usadas por las tropas para un fin ajeno a su función. Así, la iglesia fue transformada en cuadra, la sacristía en carnicería de la cocina y se construyeron troneras en el mirador y un adarve sobre el muro exterior. Tras volver los monjes al finalizar la guerra fueron exclaustrados definitivamente en 1835 con la desamortización de Mendizábal.

Vista desde el mirador del Templete de Santas Justa y Rufina – en el muro, tras los árboles, se puede observar el adarve o camino de ronda de vigilancia creado por los franceses en todo el perímetro exterior
En 1838, el comerciante inglés Pickman consiguió el complejo de la Cartuja a censo para la instalación de su fábrica de loza. Con posterioridad pasó a ser propiedad de la sociedad constituida por él y su hermano, la fábrica de lozas Pickman, S.A., creada en 1841 y que ha funcionado hasta casi nuestros días.

Antigua zona de servicio y caballerizas junto a la puerta del río. Se puede ver uno de los hornos botella de la fábrica de lozas Pickman
Fue una nueva etapa en la que el Monasterio de Santa María de las Cuevas de Sevilla volvió a florecer, aunque en esta ocasión con un uso industrial. Con el tiempo volvió a estar en el punto de mira de la monarquía española. No en vano, a la visita de algunos monarcas, como Isabel II o Alfonso XII, a sus instalaciones, se ha de añadir su declaración como proveedor real de loza por el rey Amadeo de Saboya.

Acceso a la zona fabril de la Fábrica de lozas Pickman. El portón es el original en madera y se encuentra en la explanada de la Puerta del Río
Se crearon nuevas construcciones de carácter industrial, tales como 10 hornos botella con forma de chimenea. Actualmente se pueden ver en el monasterio cinco de ellos. Algunos de ellos invadieron y destruyeron puntualmente las edificaciones que en su momento habían sido las celdas de los monjes. También se creó una gran chimenea que permitiera extraer los humos de la fábrica.

Horno botella ubicado en el claustrón del Monasterio de Santa María de las Cuevas de Sevilla

Gran chimenea del Monasterio de Santa María de las Cuevas de Sevilla. Al fondo la galería del claustrón y a la izquierda el ábside la Iglesia
Pickman departamentalizó las instalaciones eliminando claustros y cambiándolos por talleres; las caballerizas y los graneros fueron transformados en almacenes y en silos por medio de la construcción de grandes naves; la zona de legos alojó a molinos de trituración; algunos almacenes se tornaron viviendas para los operarios; también se construyó un gran sala de exposiciones y un muelle para carga y descarga.

Talleres de la Fábrica de Lozas Pickman (Fuente: Maestre, en Díaz del Olmo et al, 1989, p. 273)
Otras de las modificaciones fueron la conversión de la Iglesia y el refectorio en almacén de loza. La reconversión no sólo quedó en las construcciones monacales, sino que al instalar su casa en la procuración y adquirir las huertas de alrededor, convirtió éstas en jardines y paseos, con palmeras y naranjos, fresnos y cipreses, y sus capillas en kioskos y templetes.

Almacén de loza en la Iglesia del Monasterio de la Cartuja (Fuente: Maestre, 1993, p.55)
Ya a lo largo del siglo XX la familia Pickman mantuvo la fábrica, entrando tras la Guerra Civil en un declive económico debido a la situación económica del momento que originó que el Ministerio de Obras Públicas les expropiara el Monasterio de la Cartuja, debiendo la empresa buscar una nueva localización.

Almacén de loza en el Refectorio del Monasterio de la Cartuja – se puede observar el entramado de madera de la cubierta (Fuente: Maestre, 1993, p. 57)
Trabajos y estudios preliminares de restauración: aire fresco para un complejo olvidado
Del antiguo edificio ha quedado el Claustrillo, que da acceso a la Iglesia, de una sola nave, al refectorio, a la capilla de Santa María Magdalena, a la Capilla del Capítulo o Sala Capitular y a la Capilla de Santa Ana. La puerta de las cadenas da paso a un atrio de entrada del que parte la Iglesia, dejando a la izquierda la Celda Prioral, hoy oficinas del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, y a la derecha la Procuración, en su momento residencia de la familia Pickman. Otras edificaciones que permanecían previamente a la EXPO’92 eran restos del claustro de legos, almacenes, caballerizas y dependencias de servicio; algunas de ellas del siglo XVIII.

Fachada de la Procuración del Monasterio de la Cartuja en época fabril y en la actualidad, tras la restauración. Se puede observa Arco de los Legos a la derecha. En la procuración establecieron su residencia los Pickman (Fuente: https://htca3expo92.files.wordpress.com/2015/06/claustro-procuracion.jpg)
Entre 1971 y 1978 Rafael Manzano llevó a cabo la restauración y consolidación del núcleo esencial de la Cartuja (Iglesia, sacristía, claustrillo, refectorio, capilla de los Ribera, de gracias y caminantes, apeadero y portada principal), con la fábrica de lozas aún en activo, tras ser declarada Bien de Interés Cultural. Se consolidaron la cubierta de la iglesia y espadañas y los volúmenes exteriores de los ábsides. Algunas capillas de la iglesia, absorbidas por estructuras fabriles fueran demolidas y perdidas. Sin embargo, gracias a la opinión pública no fue llevada a efecto la decisión de eliminar los hornos botella.
En 1982 el monasterio fue expropiado a RUMASA, pasando a tutela del M.O.P.U. En 1983 José María Benjumea llevó a cabo un estudio previo de la Cartuja orientado al enclave de la puerta del río y a salvaguardar elementos monacales y fabriles en pos de evitar la pérdida más que la restauración general. El arquitecto utilizó el conocimiento histórico-artístico del monumento, aunque sin la colaboración de una actuación arqueológica que apoyara la restauración.
Ya en 1986, bajo la tutela de la Consejería de Política Territorial de la Junta de Andalucía, se encarga a L.Marín, A. del Pozo y E. Yanes1 proyecto de restauración y rehabilitación. Para ello se guían por la documentación histórica sobre el documento (grabados, litografías,…), el plano de Demetrio de los Ríos sobre la restauración de la fábrica en 1867, otras publicaciones y las observaciones del grupo de trabajo. Realizan un levantamiento de planos arquitectónicos del monumento combinando fotogrametría terrestre y topografía clásica con un tratamiento informático adecuado.

Estado en obras del patio del Ave María. Al fondo se pueden observar la portada de las Cadenas, el rosetón de la portada de la Iglesia, la gran chimenea y otras deficaciones (Fuente: http://www.legadoexposevilla.org/manuel-olivencia-se-reune-para-inicio-del-monasterio-de-la-cartuja/)
En base a ello, en 1987, es la Consejería de Cultura la que encarga cuatro proyectos parciales, el vigente de reconstrucción anterior (la coordinación) y otros tres a Fernando Mendoza y Roberto Luna (la capilla de afuera), a los hermanos Sierra, J. Ramón y Ricardo (el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo) y a Fernando Torres Martínez (Pabellón del siglo XV y recinto) y Guillermo Vázquez Consuegra (Clausura de Legos). Los trabajos fueron realizados, bajo la dirección del equipo por la empresa Foycar, S.A.
En apoyo a la obra de rehabilitación tuvieron lugar las actuaciones arqueológicas llevadas a cabo entre 1987 y 1992 por un equipo de arqueólogos dirigidos por Fernando Amores Carredano y con la colaboración de un gran número de especialistas en la materia. Tal equipo de arqueólogos se dividió en grupos de acuerdo con los diferentes proyectos arquitectónicos existentes (zona de la capilla de afuera, zona monacal, zona del claustro de legos, procuración y edificios auxiliares –de ámbito más fabril– y zona exterior de huertas, acequias y capillas y templetes).

Análisis de espacios de la zona monacal descrito en el Informe de las Actuaciones Arqueológicas llevadas a cabo (Fuente: Anuario Arqueológico de Andalucía 1993. http://www.juntadeandalucia.es/export/drupaljda/1993_URGENCIAS_web.pdf)
Destino la EXPO’92: el fruto del trabajo interdisciplinar
La restauración llevada a cabo ha permitido recuperar muchas de las estancias monacales antes prácticamente perdidas. Ahora bien, hay que tener en cuenta que muchas de estas estancias monacales fueron prácticamente eliminadas por las edificaciones fabriles o invadidas hasta quedar casi anuladas. Ahora bien, debemos partir de la idea fundamental de que tanto la Iglesia, como sus capillas anexas, junto con la Capilla de afuera, se encuentran en la actualidad desacralizadas.

Zonas de los monjes ya restaurada (se señalan en distintos colores los diferentes grupos de estancias). Se pueden visualizar la ubicación de los 5 hornos botella y la gran chimenea). Fuente: https://htca3expo92.wordpress.com/2015/06/28/2-proceso-de-restauracion/
El conjunto fue rehabilitado atendiendo a la necesidad de cada construcción o de cada estancia, según los estudios y análisis realizados. En la rehabilitación se tuvo en cuenta la gran división existente entre las construcciones monacales y fabriles, estando estas últimas en mayor deterioro que las primeras, debido a lo cual se optó por, en la medida de lo posible, consolidar las estructuras.

Proyecto de restauración de la Iglesia, capilla y espacios anexos: 1. Explanada de las Cadenas; 2. Atrio; 3. Iglesias; 4. Capilla de Santa Ana; 5. Claustrillo mudéjar; 6. Refectorio; 7. Capilla de la Magdalena; 8. Sala Capitular; 9. Sacristía; 10. Capilla de Profundis; 11. Arco de San Miguel (Fuente: https://htca3expo92.files.wordpress.com/2015/06/casa-iglesia.jpg)

Procuración: 1. Galería de Procuración; 2. Biblioteca; 3. Claustrillo de Procuración; 4. Arco de Procuración (Fuente: https://htca3expo92.files.wordpress.com/2015/06/claustro-procuracion.jpg)
La mayor parte de las estancias rehabilitadas han sido rematadas en terminación lisa de yeso o en ladrillo y pintadas de color blanco, siempre que no existieran estructuras escultóricas, pictóricas o arquitectónicas que se considerase que debieran permanecer en su estado original, como fueron las columnas de mármol del claustrillo, las terminaciones en ladrillo o los restos de azulejería o pinturas murales.

Zona de la Capilla de Afuera en 1986: 1. Capilla de Afuera; 2. Celda del monje portero; 3. Refectorio de los pobres o de la carne; 4. Cocina de la carne; 5. Patio del Ave María (Fuente: https://htca3expo92.files.wordpress.com/2015/06/capilla-de-afuera.jpg)

Zona de la Capilla de Afuera en 1992, cuando las estancias auxiliares que la acompañan fueron destinadas a Pabellón Real, hoy ocupada por la Universidad Nacional de Andalucía, la zona izquierda, y por la zona de información y salas de talleres y exposiciones temporales del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo la anexa a la capilla (Fuente: https://htca3expo92.files.wordpress.com/2015/06/capilla-de-afuera.jpg)
El proceso de restauración y rehabilitación de sus edificios
En algunas ocasiones, como ocurrió con la Iglesia, las cubiertas tuvieron que ser rehabilitadas por completo, encontrándose inicialmente en un lamentable estado de conservación. Algunas de sus puertas de acceso, como la que permitía el acceso al claustrillo, hubieron de ser cegadas.

Estructuras de las diferentes cubiertas de la zona monacal del Monasterio de la Cartuja (Fuente: de Morales, en Díaz del Olmo et al, 1989, p. 168)
En otras ocasiones, como en el caso del claustro de los monjes, el claustrón, era prácticamente inexistente. Tan sólo se mantenía en pie el ángulo nordeste. Gracias a las actuaciones arqueológicas y a los estudios e investigaciones realizadas ha sido recuperado para beneplácito de los que ahora lo pueden visitar. El interior de sus celdas ahora son galerías de exposición del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, con una departamentalización efectuada en gran parte de los casos mediante paneles. Se aprecia el contraste con los accesos a las antiguas huertas individuales de cada celda en fábrica de ladrillo al exterior.

Claustro de los monges: 1. Celdas preexistentes; 2. Deambulatorio; 3. Galerías de nueva construcción; 4. Huertos; 5. Hornos botella (Fuente: https://htca3expo92.files.wordpress.com/2015/06/claustro-procuracion.jpg)
La Casa Prioral, al ser transformada en laboratorio por la familia Pickman, con almacenes y talleres, fueron cerradas las dos arcadas de su patio, tanto la superior como la inferior, consistiendo la restauración en devolverlas a su estado natural tras un adecuado estudio llevado a cabo por los diferentes técnicos. En cuanto a los tejados fue necesario reconstruirlos por completo.

Proyecto de restauración de la Casa Prioral. En el núm. 6 se puede observar la memoria del agua, monumento en el que varias piezas arquitectónicas han sido sumergidas en agua para recordar la relación entre el monasterio y las crecidas del río (Fuente: https://htca3expo92.files.wordpress.com/2015/06/casa-iglesia.jpg)
En referencia a los grandes hornos botella, construidos con técnica inglesa, actualmente sólo quedan 5 de ellos en pie, dos de los cuales han quedado con una posición secante con respecto a la obra del claustrón; se invaden mutuamente la superficie que ocupan y el espacio en altura, ofreciendo así una estructura diferente con respecto a lo que podría considerarse normal. Existen otros hornos pequeños en la zona sur de la huerta, junto al denominado Pabellón del XV de la EXPO’92.

Horno botella en una galería expositiva del CAAC al haber invadido un celda del claustrón. Se puede observar la diferencia entre la terminación exterior, tal cual en ladrilo, y la interior, con terminación en blanco
El Claustro de los Legos, tras el denominado Arco de los Legos, se ha convertido en un patio desde el cual se accede a la biblioteca del CAAC. La estancia que aloja la biblioteca ha sido rehabilitada con techo elevado y, al igual que el resto del edificio, terminado en paredes lisas blancas, al igual que las diferentes estructuras en ladrillo, dando al conjunto una claridad propia de la utilidad de la biblioteca creada.

Patio interior actual de la zona de legos: desde él se accede a la portada de la Fábrica de Lozas (foto de portada), a la biblioteca del CAAC. Se accede al patio desde el Arco de los Legos y desde el portón de madera
Las salas de recepción de materiales y la entrada de carruajes a la fábrica, junto con los almacenes y las construcciones de viviendas de operarios fabriles de la zona sur que colindan con la puerta del río a ambos lados de ésta, anteriores graneros y silos monacales, han sido ocupadas por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH).

Zona de la Puerta del Río. A la izquierda se puede observar las dependencias de antiguos talleres y el portón de la zona fabril. A la derecha, los edificios de talleres, antiguos silos. Hoy en día, estas estancias las ocupa el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico
En estas construcciones se han eliminado las estructuras fabriles para, tras una gran investigación, volver a levantar las estructuras monacales. Se han incorporado estructuras metálicas para dividir las estancias, con el uso de paredes prefabricadas en paneles de yeso o de vidrio combinados con restos de las antiguas edificaciones.

Remodelación de talleres y silos para creación de IAPH. Nueva distribución con paneles prefabricados y vidriados
Ese tipo de modificación ha tenido lugar también en las zonas de restauración de la segunda planta cara a la fachada principal y al ombú, donde se encuentra la entrada principal al IAPH, y desde cuyo hall de acceso se llega a la segunda planta por medio de una escalera y corredor metálicos, quizás, en cierto modo, discordante con el continente medieval y moderno donde se sitúa.

Puerta metálica de acceso principal al IAPH, desde la zona del ombú y el arco de legos

Muestra de la escalera metálica de acceso a la segunda planta del IAPH

Edificios auxiliares de la zona sur. Horno de cuarzo a la izquierda y viviendas de operarios en primer plano, hoy ocupadas por el IAPH
Ya en la segunda planta del IAPH se han incluido cambios en las estructuras originales para adaptarlas, intentando respetarlas al máximo, a los diferentes usos necesitados por las instalaciones. Se mezclan las estancias propias anteriores, como algunas salas de restauración y conservación, con otras de gran modernidad; así el archivo del IAPH, en forma circular, se ubica sobre un antiguo molino, es de estructura completamente metálica y a cuatro alturas con condiciones específicas de humedad y temperatura; en la nueva biblioteca las paredes alojan a la estanterías continentes de los volúmenes en oquedades empotradas en ellas.

Archivo del IAPH. Está situado en un antiguo molino circular
Pabellón Real
El Monasterio de la Cartuja fue nombrado para la exposición universal como Pabellón Real. Las salas y estancias que ocuparon toda la zona dedicada a atender a los necesitados, junto a la capilla de afuera, fueron adaptadas previamente a la EXPO’92 para acoger a los miembros de los gobiernos y monarquías que visitaban el evento, recibiendo el nombre de Pabellón Real. Los monarcas y mandatarios de otros países que visitaron la Exposición Universal eran recibidos en el Pabellón Real por S.M. el Rey de España, el Presidente del Gobierno o algún ministro.

Panel descriptivo en la entrada de la sede del CAAC junto a la Capilla de Afuera del Monasterio de la Cartuja
El ciudadano pudo maravillarse con la visita a la Capilla de Afuera, a la Iglesia, a la zona monacal, a la zona de legos, a la zona industrial y a los jardines. Hoy día, las salas que formaron parte de este alojamiento están destinadas a la celebración de talleres y exposiciones temporales del CAAC.
El Pabellón del siglo XV
En la zona sur de los jardines del Monasterio de Santa María de las Cuevas fue construido para la EXPO’92 este Pabellón. Albergó durante los seis meses de duración de la exposición un conjunto de dioramas, proyecciones y escenas históricas, ambientadas en la recreación de paisajes propios de los territorios descubiertos, que hacían que el visitante fuera trasladado a los lugares representados en su interior.

Pabellón del Siglo XV de la EXPO’92 visto desde los jardines exteriores del Monasterio de la Cartuja de Sevilla. Se observan también dos hornos botella de la zona sur (Fuente: https://htca3expo92.files.wordpress.com/2015/06/rehabilitacion-de-los-jardines.jpg)
Por medio de un recorrido preestablecido de entrada-continuidad de salas-salida, distribuido entre sus más de 6000m2 en forma de corredor continuo se podía visualizar, en cierto modo, la historia del descubrimiento y parte de las costumbres existentes en los nuevos lugares de conquista.

Pabellón del Siglo XV durante la EXPO’92 (Fuente: http://www.expo92.es/pabellon/92-pabellon-del-siglo-xv)
En la actualidad, tras varios intentos infructuosos por parte de asociaciones y empresas privadas de llevar a cabo su restauración para poder gestionar su explotación de forma que permita la pervivencia del pabellón se ha acometido su rehabilitación para formar parte del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo como centro expositivo anexo.

Vista de la Cúpula de la Iglesia y de la gran chimenea del Monasterio de la Cartuja de la huerta. Se ve el paseo de cipreses en primer plano
Jardines y Huertas
Otras construcciones, sin embargo, como la Capilla de Santas Justa y Rufina, han quedado tal como la familia Pickman las dejó, convertidas en un templete y rodeado por la huerta. Otro aspecto importante fue la recuperación de la huerta y de las acequias que la recorren, donde predominan los naranjos, junto con las palmeras plantadas por la familia Pickman.

Vista lateral de la Capilla de Santa Justa y Rufina del Monasterio de la Cartuja en la huerta grande

Jardines exteriores del Monasterio de la Cartuja con las vistas de la Torre de Sevilla al fondo, la Torre Mirador Schindler y la tapia del monasterio con el Pabellón del siglo XV tras ella
Bibliografía
Se ha publicado junto con la tercera parte. La primera parte del estudio recoge la evolución del Monasterio desde sus comienzos hasta 1800 y la tercera hace mención de los usos del Monasterio de la Cartuja en la actualidad.
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